Recuperación del Lince Ibérico
La recuperación del lince ibérico (Lynx pardinus) en España es una historia de conservación notable. Este felino, considerado uno de los más amenazados del mundo, ha experimentado un resurgimiento significativo gracias a los esfuerzos de conservación.
Situación Inicial
A principios del siglo XXI, el lince ibérico estaba al borde de la extinción. En 2002, se estimaba que quedaban menos de 100 individuos en libertad, repartidos en pequeñas poblaciones aisladas en Andalucía, principalmente en Doñana y Sierra de Andújar.
Estrategias de Conservación
- Cría en Cautividad: Uno de los pilares de la recuperación del lince ha sido la cría en cautividad. Centros como el de El Acebuche en Doñana y el de La Olivilla en Jaén han sido cruciales. Estos centros no solo han incrementado el número de linces nacidos, sino que también han permitido la reintroducción de individuos en áreas donde la especie había desaparecido.
- Reintroducción en Hábitats Naturales: La reintroducción de linces criados en cautividad ha sido clave. Desde 2009, se han liberado linces en varias áreas de España, como Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía. Estas reintroducciones han ayudado a establecer nuevas poblaciones y aumentar la diversidad genética de la especie.
- Restauración del Hábitat: La conservación del hábitat es vital para el lince, que depende de zonas mediterráneas con abundancia de arbustos y presas, principalmente conejos. Proyectos de restauración del hábitat han incluido la reforestación, la creación de corredores ecológicos y la gestión de presas.
- Control de Amenazas: Se han implementado medidas para reducir las amenazas directas, como la instalación de pasos de fauna en carreteras para evitar atropellos, la lucha contra el uso de venenos y el control de enfermedades en las poblaciones de conejos.
Resultados
Gracias a estos esfuerzos, la población de linces ha crecido notablemente. En 2020, se estimaba que había alrededor de 1,100 linces en libertad en España, un incremento significativo desde el mínimo histórico de principios de siglo. Además, se han establecido nuevas poblaciones viables en áreas donde la especie había desaparecido. Consecuencia directa de la mejora experimentada por las poblaciones de lince ibérico en España es el cambio de estatus de la especie que, según la UICN, ha pasado de la categoría En peligro de extinción a Vulnerable.