Crecimiento de la Capacidad Eólica y Solar en España: Una Apuesta Sostenible y Rentable
La capacidad instalada de energía eólica y solar en España está experimentando un crecimiento sin precedentes. Según los últimos informes, se espera que el país alcance los 63 GW de capacidad instalada para finales de 2024, lo que representa un avance significativo en el compromiso de España con las energías renovables.
Expansión Rápida y Sostenible
Desde 2018, la potencia instalada en energía eólica y solar ha crecido un 62%, alcanzando los 49,900 megavatios (MW) en 2022. Este crecimiento se debe principalmente a la puesta en servicio de numerosas instalaciones de energía solar fotovoltaica, impulsadas por políticas favorables y el apoyo de las administraciones públicas.
Incremento en la Producción de Energía Renovable
En 2022, el volumen de electricidad generado por fuentes eólicas y solares en España alcanzó los 92,171 gigavatios-hora (GWh), un aumento del 9% en comparación con el año anterior. Este volumen representó el 33% de la producción total de energía eléctrica en el país, destacando el papel crucial de las energías renovables en la matriz energética española. La energía eólica lideró con 59,945 GWh, mientras que la energía solar fotovoltaica registró un impresionante crecimiento del 39.2%, alcanzando los 28,101 GWh.
Perspectivas Futuras
Las proyecciones indican que en el bienio 2023-2024 se añadirán aproximadamente 4,500 nuevos megavatios (MW) de energía eólica y 29,000 megavatios (MW) de energía solar fotovoltaica. Este crecimiento no solo fortalecerá la capacidad instalada de España, sino que también consolidará su posición como líder en energías renovables en Europa. Además, la concentración del mercado está en aumento, con los cinco principales operadores absorbiendo el 43% de la potencia total instalada en 2022.
Impacto Económico y Sostenibilidad
El valor del mercado de energías eólica y solar en España se elevó a 17,837 millones de euros en 2022, experimentando un ascenso del 33.1%. Este crecimiento refleja no solo el aumento de la capacidad instalada, sino también la competitividad de las energías renovables españolas en el mercado europeo. Las inversiones continuas en tecnología y recursos naturales posicionan a España para liderar la transición energética, creando un mercado sostenible y económicamente viable.